En el inicio del siglo XXI se dispone de una concepción de la lengua que se apoya en una visión funcionalista y comunicativa de la misma y que incide tanto en la investigación como en la enseñanza y aprendizaje de los idiomas. No se piensa que la lengua sea un conjunto cerrado de contenidos que se analizan, memorizan y se aprenden estudiando la gramática. Desde este punto de vista, saber lengua quería decir tener muchos conocimientos de gramática. Hoy, en la enseñanza y aprendizaje de la lengua, se pone más énfasis en su funcionalidad y en lo que se consigue utilizándola.
Desde una postura funcinonalista se sostiene que la lengua es un instrumento que utilizamos para conseguir entendernos con los demás y poder llevar a cabo nuestras actividades diarias. Es así que las palabras fundamentales en la enseñanza de la lengua son uso y también comunicación. De acuerdo con este planteamiento aprender lengua es aprender a usarla y comunicarse y, cuando se domina en cierta medida, aprender a comunicarse mejor y cada vez en situaciones más complejas. La gramática se entiende que es un instrumento para conseguir utilizar el lenguaje con propiedad que debemos ir conociendo para que sirva de ayuda en lograr que nos expresemos con más precisión y corrección.
Hoy en la escuela hablamos de competencia comunicativa, y con ello hacemos referencia a la capacidad que tenemos los seres humanos para utilizar nuestro lenguaje apropiadamente en las diversas situaciones de relación que se nos presentan cada día. Este es el objetivo de enseñar a escuchar, a leer, a hablar y a escribir en la escuela a nuestros niños y niñas desde infantil hasta finalizar la primaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario